martes, 24 de junio de 2014

Buscando el norte

Días de descanso donde no he descansado. La noche se ha vuelto extraña al ir a dormir. Con dificultad duermo, y con dificultad me levanto, ya que lo hago con esa extraña y a la vez conocida sensación de seguir soñando, con la mente aturdida y sin que pueda enfocarse mucho, sólo con un "pronto pasará". Y los sueños en sí son también de los más extraños. Me pregunto si la gente que aparece ahí me recuerda, sobretodo estos días donde no he tenido actividad más que estar en mi casa y tratar de descansar.
Ayer leí algo sobre la historia de Ezequías, rey de Judá. Fue un buen rey, pero dentro de todo llegó a enfermarse, y hasta un profeta le indicó que "arreglase sus asuntos ya que pronto moriría". Al escuchar esa revelación, Ezequías lloró mientras decía al Señor que había intentado hacer todo lo que Él ordenada, y no quería morir enfermo. Al instante, El Señor le indicó a su profeta que regresase y le indicase que había cambiado su voluntad, y que viviría más tiempo.
Yo me pregunto: Señor, ¿cuál es tu plan para mí?


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